La seducción del Tulipán amarillo...

Todo lo que hace es incierto; ilusionismo, polvo, pensamientos invertebrados.

El objeto del amor falta en lo real.

En lo real falta todo.

Lo real es imposible.

Su rostro sin máscaras; no lo soporto ni  sus 

palabras desnudas.

Solo amo las ficciones; previsibles ahora y por eso 

decepcionantes.

_ ¡Esto es una enfermedad, estamos enfermos!, grita angustiado ...

Cuando me alejo  caen las imágenes, él mismo desparece olvidado entre ruidos, 

rostros y luces.

_ Llegas con sombrero negro y  perfume y después te vas olvidada de todo...

                                                                  ¡Criminal!

Sin responder  corro zigzagueando entre hileras de viejos muros.

En la estación dejo pasar los trenes...el brillo resbaladizo de lo rieles, los viejos 

andenes...

                                                                   _ ¡Dónde estás!

Me  encuentra y  regresamos  inevitablemente  al lugar del desencuentro.

Atranca la puerta y me vigila...solo siento la turbia consciencia de mi cuerpo.

                                                                    ¡Si pudiera huir!...¡Si quisiera huir!

Las chicharras vibran en el jardín sepultado por yuyos y escombros...

                                                                  ¡Si pudiera llegar!¡No quiero llegar!!

Tan extraño encontrar el obstáculo en un cuerpo, en la puerta cerrada, en lo real 

Esta realidad  es nueva, no lo conozco pero ahí está.

Mira mira, mira y mi  mirada transforma lo real.

¿Este encierro que es mi encierro es mío?

Estoy en la cárcel de los hechizos presa... 

¿No veis que un sol, innoble ilumina este jardín?

Él  escucha abrumado sin responder.

Resbalo, me corto en pedazos y sigo. 

Quiero ubicar mis mentes en cada uno de los pedazos pero no 

me alcanzan los pedazos.

                                                                _ ¡Calla, me enloquecerás!

Aparto mi plato de la mesa y con la cucharra hurgo en  la tierra ...

                                                                _ ¡Ah, me lleno la boca de tierra, paladas de tierra que llega al  nido y asfixia al hijo que quería para ti.

                                                                 _ ¡Eres perversa, te mataré!

                                                          
                                                                 _Eres  cobarde; no lo harás.

Ese su modo de tomar y rechazar las cosas, de mirar y apartar la vista, los

movimientos bruscos, las 

quietudes extremas...

El hastío, el vacío , la plenitud... 

Me quedo...nos quedamos.

Y todo vuelve a empezar.