El cuerpo es poeta...

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Está fatigada, lánguida, desconstruída ni siquiera abatida.


La tempestad del arco-iris está quieta.


Se neutralizan sabores y  fragancias de piel 


La   mirada rehuye su rostro y las manos rompen  cadenas y vuelan..


Expiró el susurro y ahora se escucha la palabra entera, la sentencia escéptica.


La mente profana indaga, especula, captura, acierta...


Pero el cuerpo duerme indiferente al recuerdo.


Un profundo secreto:


El cuerpo es poeta.

Voici l´histoire du poème

El ángel caído

María M.Iturriche

Se fue el sol, desapareció

Volever al tiempo anterior al tiempo.

Oración y grito...

           El espanto de saber

     incendió el Edén

                 ¿Por qué hube de nacer?

    Volver al tiempo.

     anterior al tiempo

Y por ti lloran las estatuas...
21 grs pesa el alma...
La tuya pesa toneladas

No quiero nada...

,

Infiernos turbulentos

y miserables milagros.

Todo me ofrece el caudillo...

Historias hemófilicas, 

herencias despojadas, 

escrituras flagrantes;  

los legados.

Para acumular más 

 deja en  palacio

un ala inacabada.

Pinturas cargadas de tornillos y pájaros

Topografía alucinada.

Y en el campo; el oro blanco

-No, no quiero nada.

Quédate , para ti la pampasia

los zurucúes

los ríos encantados: 

mi alma.

_ No,  no quiero nada.

Quédate.

 Para ti la pampasia, 

Los zurucúes

Los  ríos encantados:  

Mi alma.

_ No, no quiero nada.

Me voy, me voy...

Me voy , me voy con los caballos; los hermosos caballos...

Yo soy decadente...

-

"El mundo es un gran jardín, todo él rebozante de flores: 

todo él lleno de malas hierbas.

El atractivo de nuestra época es que permite mezclarlo y confundirlo todo, verdaderamente 

es la época melange"

Entre la gente no tiene lugares; solo duerme con las aves.

Sus ojos no llueven...

Champagne, nueces y rosas, mientras piensa en Baudelaire y en Yasi Yateré...

Me pinto el cabello de sol y salgo a la calle 

Mucho azul y cemento caliente...

 ladridos, insultos y estertores...

Espectros tristes deambulan por la ciudad..

.

¡Incendiaria!  grita un sobreviviente sentado desde siempre en un poyete...

Le alcanzo un pañuelo y corro hacia el cielo.

Y dice Maiacovski

Los peatones me eluden con temor; en mi boca

agita las piernas un grito a medio masticar

Pero no oiré un reproche, no escucharé ladridos

y habrá flores a mis pies como a los de un profeta, 

porque ustedes lo saben muy bien:

Yo soy su poeta

Vuestro juicio  final me da tanto miedo como una taberna...